lunes, 16 de marzo de 2009

Mazazos, Ignacio Ruiz Quintano

ABC, 3 de marzo de 2009.

Insiste el columnismo zen en el adjetivo «histórico» para describir las votaciones en dos tribus del Norte o Septentrión. El columnismo zen está hecho, sobre todo, para consumo de la tribu del Centro -«centrum securitatis», en boca de los metafísicos-, que es Madrid, donde el futuro vuelve a ser Mariano Rajoy. ¿Por qué? Lo cierto es que todos los espíritus débiles viven naturalmente en el futuro, explicaba Chesterton (un columnista anti-zen), porque el futuro carece de rasgos: «Hace falta mucho valor para enfrentarse al pasado, porque el pasado está repleto de hechos que no pueden ser pasados por alto; de hombres sin duda más inteligentes que nosotros y de cosas que no podemos hacer. Sé que no puedo escribir un poema tan bueno como «Lycidas». Pero siempre es fácil decir que la peculiar poesía que escribo será la poesía del futuro». Pensar que un votante trata de decir algo extraordinario cuando vota ayuda a mantener el prestigio de las votaciones. Pero ¿qué han querido decir los votantes en este «histórico» domingo de marzo? Bien mirado, nada del otro mundo. Por la victoria -pequeñita- de la derecha gallega han hecho más Suso de Toro y Manolito Rivas que Feijoo. Lo único «histórico» en todo lo que está pasando es el paro, y los parados emplean el voto como Emilio la maza, porque en España, y por la educación mediática, la maza de Hércules ha pasado a ser la maza de Emilio el de Lazcano. El «Emilio» de Rousseau es la Biblia de la Educación Moderna como el Emilio de Lazcano es la maza del cabreo posmoderno. Los parados están cabreados. No llevan encima los cuatro o cinco mil euros que lleva Conde... «por si acaso». Y tampoco disponen, para holgar, de un colchón como el del alcalde de Alcaucín. El parado español está cabreado y, a falta de maza, tiene un voto para liarse a votazos contra el que ocupe el butacón: Ibarreche en Vitoria o Touriño en Santiago. Los demás caerán como bolos. Los mazazos producen la misma jaqueca que los andares en madreñas. ¿Que estos mazazos consagran a Rajoy? Hummm!... Desde luego, Dios no se valió de catedráticos, sino de unos pobres pescadores... En cualquier caso, que gane algo Rajoy, ¿significa que también pierde algo Gallardón?

"Soy un vicioso de Internet, navego todos los días"

La tribuna de Cuenca.
Gorka Díez

Son muchos años echando de menos la presencia en Cuenca de este rostro tan trabajado y con voz propia de la comunicación, pero al menos de domingo a viernes no falta a su cita con la columna en la última del segundo periódico de información con más lectores en España. Una buena oportunidad para no perderle la pista y seguir al tanto de una actualidad más agujereada que nunca por esa crisis económica que va camino de endosar a España cuatro millones de parados.¿Satisfecho con este casi año y medio que lleva como columnista de última?Relativamente contento. Era un gran desafío, ya que Umbral era el columnista más importante de la historia y la suya la columna sagrada de la prensa española, con lo cual sucederlo era una cosa que me producía mucho estrés, mucha coacción. Pero yo creo que, como un corredor solitario, a contrarreloj, estoy cumpliendo sin imitar en ningún momento a Umbral y por signos como las cartas y los e-mail que me llegan empiezo a tener lectores. Además, en el periódico están contentos porque no me la quitan.Antes ya escribía columnas y crónicas parlamentarias casi a diario, pero supongo que notará más ahora la presión por eso de que la última página de un periódico impone de otra manera...Presión siempre hay mucha: ya se sabe que en el periodismo sólo vale lo que escribes mañana, no la historia. Pero este año he recibido cinco premios, los cuales que me indican que, en fin, no voy por el mal camino: el Mariano de Cavia, el GQ al mejor comunicador, el Castellano-manchego del mundo... Ya me da hasta apuro decir que me han dado tantos premios. El de Mariano de Cavia es desde luego de los más importantes en periodismo...Sí, es como el Pulitzer del periodismo. Además no es de mi casa, ‘El Mundo’, sino que lo otorga el ‘Abc’.El que le sustituye como cronista parlamentario es David Gistau, uno de los columnistas más prometedores del momento...Sí, es un columnista que apunta muy bien. Parece que tiene talento.En Argentina se formó recientemente un gran revuelo por un artículo suyo bautizado como ‘Reina del botox’ en el que hablaba sobre su presidenta, Cristina Kirchner...Se armó un gran follón. Y ahí es donde me di cuenta que mi columna tiene una gran potencia, porque me han entrevistado más de veinte radios de Argentina, han hablado de mi artículo en todos los periódicos on-line, en las televisiones... Ha sido un verdadero escándalo: me han declarado casi enemigo público número uno. Sobre todo la prensa peronista, porque digamos que la liberal y gubernamental recibió muy bien el artículo.Y eso que en Argentina no era muy conocido...No, tengo amigos allí y sé que se ha leído algún libro mío, pero hasta ahora se me conocía poco. Me he hecho famoso (ríe). No ha sido un minuto, sino una semana de gloria.La crisis es un tema inevitable en sus columnas. ¿Cómo ve la situación?Una de las cosas que más se han comentado de las que he dicho en mis columnas es la de que hemos hecho un país esplendoroso y lo podemos hundir en treinta días. La situación es muy mala, España es el eslabón débil de la crisis. Igual que hemos tenido un crecimiento maravilloso, ahora la recesión es catastrófica. Vamos a tardar, según dicen los especialistas, mucho tiempo en recuperarnos.Cayo Lara, que es de Castilla-La Mancha, aboga por la huelga general. Usted lo cita mucho en sus columnas ¿Qué le parece?A mí me gusta más que Gaspar Llamazares porque este último era el jugador número doce del PSOE, una especie de diputado que seguía la política de Zapatero a cambio de nada. Cayo en cambio yo creo que da más caña. Vamos a ver si es capaz de reorganizar las fuerzas de izquierda, que fueron muy importantes en la transición y que ahora están en muy mal momento.La solución a la crisis parece complicada. ¿Qué puede hacer el Gobierno?Es que no es una cuestión del Gobierno. Cuando veías hace unos días que Obama iba a dar cientos de millones a los bancos para salvar las hipotecas más modestas y que no pierdan sus casas millones de norteamericanos, te das cuenta de que esta recesión es mundial, y que no es una cuestión de gobierno, sino global, universal.Y la prensa está entre los sectores afectados por la caída de los ingresos publicitarios...Es que las crisis amenaza a todas las industrias: empezó con el ladrillo, luego con el automóvil... Y desde luego que los medios de comunicación están sufriendo y van a sufrir más. Las empresas de papel pasan por dificultades, pero yo creo que se superará.Parece que internet le está ganando la partida al diario impreso. ¿Usted que tipo de lector es?Yo soy un vicioso de internet: navego todos los días. Me gustan los periódicos on-line, aunque también los de papel, porque es la tradición.¿Y no cree que el diario papel puede llegar a desaparecer?Todos los profetas de la catástrofe indican que está amenazado, pero siempre la palabra escrita y el papel van a tener una hegemonía, aunque sea más reducida, dirigida a un público más ilustrado y a la clase más inquieta, lo que antes se llamaba la clase dominante. Aunque ahora se lleven los periódicos on-line y el papel esté en decadencia, los impresos tardarán mucho en desaparecer. También se dijo que iba a desaparecer la radio cuando entró en funcionamiento la televisión, y no ocurrió así.Dada su nueva función de columnista, ¿no echa de menos escribir las crónicas parlamentarias? Aunque tengo entendido que de vez en cuando sigue yendo y escribiendo sobre el Congreso...Voy de vez en cuando... Yo era ya casi una institución en el Congreso: el presidente siempre se paraba conmigo, a veces me llamaba, y tengo una buena relación con él, una relación no de amistad, pero sí periodística, en parte porque durante muchos años los miércoles escribía un artículo bajo el nombre ‘A bambi no le gustan los miércoles’. Así que aún voy alguna vez, sobre todo para ver a los amigos periodistas. Pero, en fin, ya estoy en otro trabajo que es el de columnista de contraportada.¿Algún proyecto entre manos de cara al futuro?Me están ofreciendo algunas cosas, como alguna novela, pero de momento nada que me interese. Sigo con las columnas.