domingo, 8 de febrero de 2009

Miguel Pardeza, nuevo columnista de La Gaceta

La Gaceta de Los Negocios
Luis Rivas


Cada palabra, un estruendo; cada contacto, una lección. Miguel Pardeza (1965, La Palma del Condado, Huelva) ficha por LA GACETA para celebrar el 25 aniversario de la irrupción de la Quinta del Buitre. Martes y fines de semana, la clase, magistral, corre a cargo de un idealista. Una vigorosa isla de fútbol pensado en el océano de las estrellas y los millones.

¿Cómo se ve el balompié de hoy desde el trono de una leyenda? Le gustará el Barça de Guardiola...

El juego del actual Barcelona es el resultado de agregar al talento, que desde Cruyff ha merecido todo el respeto de los catalanes, los matices de la ciencia médica y las disciplinas del fútbol moderno. El Barcelona lleva años poniendo en práctica un plan muy inteligente: el genio individual sólo tiene sentido en el marco de un objetivo global. En la época de la Quinta, el jugador era un autodidacta que se movía a golpes de inspiración individual. Ahora, hasta los futbolistas más autónomos cumplen directrices colectivas que les obligan a sacrificar parte de su instinto genuino.¿

Existe una alternativa solvente al poder 'culé'?

No la veo. Al final estará el Madrid por tradición y porque es el único equipo, junto al Barça, cuyo pensamiento sólo va en una dirección: ser el primero en todo. Superada la crisis del banquillo, el Madrid empieza a ser un equipo reconocible, aunque su regeneración va a aumentar la lista de descontentos debido a un juego poco generoso con la brillantez. Pero, en estos momentos, sus necesidades van por otro lado.El abanico se abre en Europa...La Champions es un territorio abonado a rebeliones inesperadas. En Italia se juega casi peor que en ningún sitio, pero Inter o Juve tienen peso en la Historia y saben cumplir en las grandes citas. La liga inglesa, a mi modo de ver, está sobrevalorada, pero no voy a negar que hace tiempo consiguió superar sus rancios tradicionalismos y ya no es noticia su adaptación al nuevo siglo. El dinero, en este caso, sí ha contribuido a ensanchar las miras de un fútbol esclerotizado que llevaba décadas en un mausoleo infructuoso. Manchester, Liverpool o Chelsea están capacitados para ganar. En España, sólo apuesto por el Barcelona, aunque al Madrid Europa es, salvo debacle azulgrana, lo único que le queda y no seré yo quien dude de la integridad y el espíritu de superación del mejor club de la historia.

¿Y el Atlético? ¿Debería sacrificar a Aguirre?

No. No lo veo aconsejable ni sería, a mi juicio, justo. Aguirre está siendo uno de los mejores entrenadores de la historia atlética. Sus logros son inobjetables, otra cosa es su capacidad para conectar con la sensibilidad general, algo que parece no está ocurriendo. Con un equipo de calidad tan desigual es imposible jugar regularmente bien. El Atlético estará arriba, pero que nadie espere excelencia. El fútbol se juega de atrás hacia adelante, y allí abajo, en la defensa, como en el centro del campo, el balón parece en ocasiones un gran desconocido. El problema no es echar a un entrenador, sino encontrar a un sustituto que lo mejore. Quien sí se ha hecho a un lado ha sido su quinto Míchel.

¿Qué opinión le merecen las palabras que dedicó a Ramón Calderón?

A Míchel le tengo un gran aprecio por razones obvias. Es uno de los mayores madridistas que conozco. Un loco apasionado de este juego, sin el cual su vida es posible que no tenga mucho sentido. Sabía que su relación con la jerarquía del club no era la óptima. Le pudo su inconformismo y salió dando una patada muy ruidosa. Yo soy de otro carácter y seguro que no habría señalado puntos escabrosos de haber estado en su situación. En broma, los otros miembros de la Quinta le recriminamos el haber intentado acaparar todo el protagonismo en aquellas fechas de homenajes. En todo caso, hoy por hoy, el Madrid es un club sobre el que gravitan muchas sombras que no están a la altura del club.Puede que el fútbol español se haya visto perjudicado con tanta polémica.

¿Trabaja bien el balompié nacional la propia imagen, toda vez que la Liga BBVA acaba de caer al cuarto puesto internacional?

Una cosa es el fútbol y otra la imagen, la mercadotecnia, la publicidad. El mejor fútbol del mundo se ve en España, lo que no quiere decir ni que sea el más visto ni el más vendible. El fútbol hace tiempo dejó de ser una marginalidad mercantil. Y en esos predios, cualquier dictamen no dejará nunca de responder a criterios estrictamente mercantiles.

¿Y cómo es que un profesional de acreditada sabiduría no se ha planteado regresar al fútbol como entrenador?

Para ser entrenador no hace falta acreditar sabiduría, ni nada que se le parezca. Un entrenador se parece menos a Marco Aurelio, por lo que tuvo de pensador moral, que a Rommel. Una cosa es saber de algo y otra tener ganas o deseos de pelearte con el mundo para darle un sentido práctico. Siempre me he visto más próximo a las ideas que a la áspera realidad del banquillo, al que siempre he imaginado como un lugar frío, solitario, por las injusticias que por fuerza hay que cometer en su nombre y desapacible por lo mucho que hay que aguantar del exterior. Por otro lado, si uno siempre ha sido un tipo propenso a las teorías, con dificultades para ponerse disciplinas, cómo se la va a poner a los demás en un espacio donde sólo reina la inmediatez.

¿Con qué esperanzas arranca 'Pardeza en tres toques'?

Con la del francotirador que caza piezas raras. Bueno, es una frase algo presuntuosa, pero sí, me gustaría poder aportar una mirada lo menos trillada posible. Ya sé que no es fácil, porque el fútbol vive en medio de una extraordinaria inflación de análisis donde cuesta encontrar sitios vírgenes para otras formas de ver o de decir. Pero habrá que intentarlo. Espero aportar un poco de lucidez, otro poco de objetividad interpretativa, que no esté reñida con la sonrisa, y las menores erratas posibles.


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