martes, 10 de noviembre de 2009

Enric González deja su columna por la corresponsalía en Jerusalén

El periodista Enric González ha anunciado hoy en su columna de El País (y también en un posterior videochat con los lectores) que ha aceptado la corresponsalía de Jerusalén, por lo que dejará de escribir columnas a finales de este mes.


Canario
El País, 10 de noviembre de 2009


Los mineros del carbón solían trabajar escuchando los trinos de un canario. Si el canario piaba, ningún problema; si callaba, malo; si palmaba, señal de que había gases tóxicos y convenía salir del pozo lo antes posible. Veo que Telecinco ha enviado un canario a las simas procelosas de la televisión de pago por Internet. Alguien tenía que hacerlo un día u otro, y Telecinco asume el papel de pionera. Con todas las precauciones de quien baja a la mina: el canario en cuestión es Sin tetas no hay paraíso, una serie que decae sin El Duque (no parece que vayan a rodarse nuevas temporadas) pero mantiene un cierto tirón entre el público juvenil, el más avezado en los ámbitos de Internet y del SMS, y tal vez el más dispuesto a pagar por un preestreno.
El capítulo más reciente de Sin tetas... podrá verse a través del ordenador "íntegro y en alta calidad" (ojo, no es alta definición) previo pago de 1,04 euros, vía SMS. El preestreno del siguiente costará 1,74 euros. No se trata de la oferta más ventajosa del mundo, más bien lo contrario, pero nunca se sabe: a lo mejor funciona. Si fuera así, empezarían a bajar a la mina aves más apetitosas. Veremos.
Hablando de canarios, otra cosa. Esto da bastante apuro, porque hay pocas cosas tan cursis como un periodista hablando de sí mismo, pero es posible que haya quien siga esta columnita y ese hipotético lector merece ser informado sobre las novedades.
La dirección de este periódico considera que conviene aprovechar al máximo el espacio de papel, cada vez más escaso, y que estas líneas serán de mayor provecho si se dedican a la televisión en lugar de a peroratas más o menos excéntricas. Se me ha ofrecido volver a ser corresponsal en el extranjero, el empleo al que me he dedicado durante casi dos décadas, y he aceptado. Me largo a Jerusalén en enero. Alguna vez dije en este mismo espacio que no hay que preocuparse si desaparece del periódico alguna opinión, porque cada uno tiene ya la suya. Sigo pensándolo. Creo que hace más falta la información y, dentro de mis posibilidades, en el nuevo destino intentaré conseguirla, comprenderla, escribirla y publicarla.
Seguiremos aquí hasta fin de mes.



elpais.com 10 de noviembre de 2009



Hola, Enric. ¿Vas a seguir con alguna de tus columnas habituales desde Jerusalén? Estés donde estés, siempre leeré lo que escribas.
No habrá más columnas. Los corresponsales no suelen hacer esas cosas.



Hola, Enric. ¿Qué te gusta y qué te disgusta de ser columnista? ¿Y de ser corresponsal?
De ser corresponsal me gusta casi todo. De las columnas, me gusta lo mismo que me disgusta: estar cada día delante de la pantalla y pensar sobre qué coño escribir.


"Voy a echar de menos escribir mis columnas"
Claudia Munaiz P
eriodistadigital


A partir de ahora serán "Historias de Jerusalén". El teléfono de Enric González no deja de sonar. En medio de un chat interactivo con los lectores de El País, el periodista y escritor le dedica unos minutos a Periodista Digital para hablar sobre su próxima marcha a Jerusalén.
Y es que su columna 'Canario' de hoy, recoge un "hasta pronto".
El periodista del diario El País dejará de escribir su columna diaria, 'Cosa de Dos', a finales de este mes para ocupar la corresponsalía en Jerusalén y como dice:
"No habrá más columnas porque los corresponsales no hacen esas cosas".
Y va más allá al afirmar que:
"De ser corresponsal me gusta casi todo. De las columnas, me gusta lo mismo que me disgusta: estar cada día delante de la pantalla y pensar sobre qué coño escribir".
En su espacio de El País, afirma:
"La dirección de este periódico considera que conviene aprovechar al máximo el espacio de papel, cada vez más escaso, y que estas líneas serán de mayor provecho si se dedican a la televisión en lugar de a peroratas más o menos excéntricas"
Enric González recibió una llamada hace unas semanas en las que la Dirección del diario de Prisa le aseguraba que "en el periódico se le quiere mucho" desmintiendo así los rumores que apuntaban a desavenencias entre el periodista y la empresa.
De hecho, se le ofreció la posibilidad de elegir cualquier corresponsalía. En Jerusalén estará solo al frente de la edición para El País. Un reto que le apetece aunque:
"Lo de dejar de escribir las columnas no ha sido decisión mía y eso sí que lo voy a echar de menos"
Enric González siempre ha hecho uso de una pluma independiente, sincera y valiente:
"Alguna vez dije en este mismo espacio que no hay que preocuparse si desaparece del periódico alguna opinión, porque cada uno tiene ya la suya. Sigo pensándolo. Creo que hace falta más información y, dentro de mis posibilidades, en el nuevo destino intentaré conseguirla, comprenderla, escribirla y publicarla"
El periodista viajará a Jerusalén en enero con su pareja y sus tres gatos: Bounty, Sarriá y Scimmietta. Sus eternos seguidores.


El País ‘castiga’ a su columnista díscolo Enric González con una corresponsalía en Jerusalén

Elconfidencial


Enric González dice adiós, aunque no de forma definitiva. El periodista del diario El País dejará de escribir su columna diaria, ‘Cosa de Dos’, a finales de este mes para ejercer como corresponsal en Jerusalén a partir de enero, según anuncia hoy el propio González en su columna. “La dirección de este periódico considera que conviene aprovechar al máximo el espacio de papel, cada vez más escaso, y que estas líneas serán de mayor provecho si se dedican a la televisión en lugar de a peroratas más o menos excéntricas”, afirma.
El desencadenante de su marcha podría ser un artículo escrito el pasado mes de abril, en el que González criticaba la “ludopatía bursátil” que se había instaurado en el Grupo Prisa. “No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños”, afirmaba. La firma lo tomó como un ataque directo y la columna nunca llegó a publicarse. La fecha en que debía ver la luz, la asamblea de trabajadores de El País se mostró contraria a una reducción de sueldos, una de las medidas que barajaba la empresa para hacer frente a la crisis.
Enric González siempre ha hecho gala de su independencia. En su columna de la sección de ‘Televisión’ escribía más o menos de lo que quería con su estilo personal, elegante y mordaz. Antes, deleitaba a los amantes del deporte rey con su espacio ‘Cenizas de fútbol’. Además, ha sido corresponsal del diario El País en Londres, París, Nueva York, Washington y Roma.
“Alguna vez dije en este mismo espacio que no hay que preocuparse si desaparece del periódico alguna opinión, porque cada uno tiene ya la suya. Sigo pensándolo. Creo que hace falta más información y, dentro de mis posibilidades, en el nuevo destino intentaré conseguirla, comprenderla, escribirla y publicarla”, escribe hoy, a modo de despedida.


¿Por qué ‘castigan’ Público a Reig y El País a Enric González?

El digital de Madrid



No los busquen ya ni en El País ni en Público: Rafael Reig y Enric González, dos voces del periodismo progresista, ya no tienen columna.

“Seguiremos aquí hasta fin de mes”. Así se despide de su espacio Enric González, el sucesor de Haro Tecglen en esa columna de la antepenúltima de El País que siempre fue un rincón para los escépticos. Ni el éxito de los lectores ni los premios acumulados han sido suficientes para mantenerle en una sección incómoda para Prisa desde la que González disparaba con elegancia a su propia corporación.

Ya en mayo, el periodista vivió un conflicto con El País, que se negó a publicarle un artículo en el que a partir de una crítica global al sector empresarial de los medios de comunicación, parecía cargar contra el suyo propio: "Uno lo ve todo negro. No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños".Nada mejor que ofrecerle otro puesto para sacarle del que ocupaba, haciendo pareja con Carlos Boyero, para solaz de miles de lectores que abrían el periódico por su página. Ahora le envían a Jerusalén como corresponsal, el puesto que González ejerció durante veinte años y que ahora ha vuelto a aceptar, con una puya al director de El País: “La dirección considera que conviene aprovechar al máximo el espacio de papel y que estas líneas serán de mayor provecho si se dedican a la televisión”.González sugiere un descontento que se ha extendido en buena parte de la redacción del periódico, pero que no llegará a más. Tras clavar el rejón, el propio González lo saca: “No hay que preocuparse si desaparece del periódico alguna opinión, porque cada uno tiene ya la suya”.

Abundando en la teoría de la salidad pacífica pero no buscada, el columnista revelaba en un encuentro digital de hace dos semanas el cambio ahora ya concretado: "Podría vivir también en otros lugares: me he dedicado a eso durante 20 años, y fue agradable lo de dar tumbos de un lugar a otro. Yo también he oído cosas por ahí. Le cuento: he hablado un par de veces con el director sobre la posibilidad de hacer un tipo de trabajo distinto al que hago ahora mismo, y seguimos hablando muy cordialmente. La decisión es del director, pero no me parece que quiera imponerme nada".Más polémica ha sido la salida de Rafael Reig de Público, e igual de incomprensible, aunque él la explica con elegancia en su propio blog. Era, quizá, su columnista de referencia, al nivel de Ignacio Escolar, pero su tendencia a ir por libre y su salario no gustaban del todo en la Casa. Se le ofreció un destino menos influyente, en la sección de Cultura, pero Reig lo rechazó entendiendo que en realidad le querían fuera.

Desde Público se ha explicado que en ningún caso se pretendía condicionar la opinión de su ex columnista y que seguiría opinando como estimara oportuno, aunque no se ha aclarado para qué era necesario entonces un cambio.Las idas y venidas de columnistas son una tradición en la prensa española casi desde los tiempos de Larra, y en el pasado ya se vivieron sonadas polémicas y aparatosos fichajes. Desde el fallecido Umbral, que pasó de El País a convertirse en la referencia de El Mundo con un breve paso por ABC; hasta Boyero, que regresó a Prisa descontento con la línea de Pedro J., las mudanzas son habituales. Tanto como los intercambios de favores entre responsables de periódicos y directores de tertulias televisivas: los unos contratan a los otros y viceversa para que todo quede en casa.



escolar.net Mayo del 2009

Rodeados
ENRIC GONZÁLEZ
No he visto aún el arranque de Operación Triunfo, en Telecinco. En realidad, a la hora de escribir estas líneas (19.30 del miércoles), el cuerpo me pide que me abstenga. Pero cuando el hipotético lector tenga este periódico en las manos, o en la pantalla, las cosas habrán empeorado. Y yo, con toda probabilidad, me habré autolesionado con un electrodoméstico, con un televisor, concretamente. O sea, habré visto OT. Y habré asistido a la presentación de Ramoncín, paladín de la propiedad intelectual y de los derechos de autor, como miembro del ilustre jurado. Es de suponer que para entonces, mi mañana y su hoy, andaré aún peor de ánimo. Quién iba a decirle a uno que acabaría añorando a Risto Mejide.
Lo que puede ir mal, va mal. Eso ya lo sabíamos. Aun así, resulta difícil no apenarse ante el presunto fichaje de Francisco Rivera, también conocido como Kiko o como Paquirrín, por parte de Sé lo que hicisteis (La Sexta). La gracia de ese programa solía consistir en la aparente distancia con que se abordaban las monstruosidades televisivas: emitían trocitos de basura, pero era basura ajena, fenómenos frikis de otros espacios, de otras cadenas, y envolvían el producto con una ironía sarcástica. La incorporación del señor Rivera, como monologuista, aprendiz de monologuista o lo que sea, constituye un cambio cualitativo: Sé lo que hicisteis incorpora su propio monstruito. Si Ana Rosa Quintana tiene a Belén Esteban, ellos tienen al señor Rivera. Francamente, no creo que puedan reírse los unos de los otros. Si acaso, podrán comparar la magnitud de sus respectivas tragedias.Todo esto induce al pesimismo.
Uno lo ve todo negro. No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños. Ya sé que exagero, que esas cosas no pasan. Pero antes tampoco pasaban cosas como la de Ramoncín y Paquirrín, y ya ven. Como decía Manolo Vázquez Montalbán, estamos rodeados.
Esta columna de Enric González debía haber salido el jueves, pero la dirección de El País decidió no publicarla porque consideraba que hablar, aunque fuese en genérico, de la “ludopatía bursátil de los dueños” era un insulto a los propietarios del diario. Ese mismo día, la asamblea de trabajadores de El País se había mostrado en contra de bajarse el sueldo, una de las medidas que está discutiendo la empresa ante la crisis.
Hoy tampoco hay columna de Enric, ni tampoco saldrá su artículo en el suplemento de este domingo. Pero, según informan fuentes de este diario, Enric González volverá el lunes a su columna. Espero que por mucho tiempo.



No hay comentarios: